Empecemos a hablar sobre cómo deben ser las copas de vino…. La copa debe permitir la apreciación de las cualidades del vino ya que ellas pueden influir en el sabor del vino. Estas deben ser:

  1. Finas y transparentes: nos permiten tener una visión más clara del color del vino.
  2. Pie y tallo: el pie de la copa debe ser largo para que nos permita sujetar correctamente y no calentar el vino ya servido.
  3. Tamaño: el tamaño influye en la intensidad y en la apreciación de los aromas, por ello existe una copa para cada tipo de vino.
  4. Diámetro del borde: permite la postura de ingestión y por lo tanto conducirá el líquido para una parte u otra de la lengua donde se registran los sabores.

 

¿Dónde servir cada tipo de vino?

  1. El vino tinto se debe servir en copas grandes en forma de globo para que el mismo respire.
  2. El vino blanco se debe servir en copas más pequeñas que las anteriores y con un tallo más largo para que el mismo no se caliente con el contacto.
  3. El vino espumoso se debe servir en copas delgadas y alargadas para permitir conservar las burbujas.

 

¿Hasta dónde llenar las botellas de vino?

 

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